Diseñar una casa familiar siempre resulta un reto muy interesante. Implica tener una lectura y entendimiento de cada uno de los miembros que componen la familia y sobre todo cómo aplicar sus usos, costumbres y gustos, hacer que cada uno de los miembros de la familia esté feliz en su área y al mismo tiempo que se integre al concepto y diseño global.
Este departamento ubicado en el corazón de Santa Fé es un claro ejemplo de dicho reto. Este proyecto atiende a las necesidades espaciales, funcionales y estéticas de una familia joven, dinámica y con un gusto muy especial que va de lo relajado al lujo discreto.